La Brasa de la Laurel - Logroño, La Rioja

Maria Sanchez-Moreno Iglesias

En pleno bullicio de la calle Laurel está este rincón en altura donde comer bien.
Una gran atención por parte de las camareras, con simpatía y aconsejando con los platos fuera de carta.
Un buen producto para disfrutar de buena compañía
Para volver

Oscar Rostro

Siento mucho poner esta reseña pero me siento engañado aún llegando a un entendimiento. Engañado en los precios de la carta cuando la descargas en el QR como en el chuleton pongo fotos del jamón supuesto ibérico esta mejor el.del mercadona. del tomate con ventresca que apenas avía y lo peor el chuleton (solo se pudo comer unos trocitos del centro )

Noé Argelich Ferreira

Servicio excepcional, las 2 camareras con las que tratamos muy cercanas y muy atentas en todo momento. La comida muy bien, a excepción del rodaballo. Por el precio del plato te traen una ración minúscula, y además el pescado debía de estar hecho en la misma parrilla de la carne, ya que tenía un gusto de carne madurada importante. Precio muy abultado para la cantidad servida. Seguramente no repetiremos, ya que hay mejores opciones en Logroño. Una pequeña decepción.

José Luis Guillamón Arnau

Todos conocen la genialidad del director de cine Alfred Hitchcock, pero no tantos se han percatado de su fijación por las escaleras, desde la primera toma de su primera película El jardín de la alegría,  pasando por sus famosas Chantaje, Vértigo, Rebeca, Sospecha, Psicosis, La Sombra de una duda, el nombre de 39 escalones, hasta la última toma de su última película La trama. Viene a cuento esta referencia porque he ido a comer al restaurante La Brasa de la Laurel, en la celebérrima calle Laurel de Logroño, llena de ruidosas y desinhibidas despedidas de solteros y solteras. Es un restaurante pequeño, en varias alturas, por cuyas escaleras las tres camareras, simpáticas,  competentes y atentas, suben y bajan continuamente, recordándome al genial Hitchcock. Pido una botella de tinto riojano reserva Barón de Ley, me obsequian con un chupito de crema de verduras con aceite de perejil, y empiezo mi festín con un excelente plato de puerros a la brasa con velo de tocino ibérico y cebolla crujiente, continúo con un perfecto pulpo sobre parmentier y pimentón dulce, y finalizó con una deliciosa pantxineta (hojaldre) rellena de crema y chocolate caliente y un cortado. Un final perfecto para una etapa del Camino de Santiago, como los finales perfectos del director inglés. Como dijo Glotón de Gordio a los atenienses en el famoso discurso en la escalinata del Partenón en el 333 antes de Cristo: "El género humano comenzó su ascenso desde la barbarie a la civilización a través de la cocina, pues en las recetas se hallan las fórmulas de la felicidad y del progreso".

David Bonachea

Buena comida a buen precio y con un servicio perfecto.

Nos impacto la ensalada a la brasa, ya que no habíamos tomado nunca. El pescado estaba correcto y el entrecot si es cierto que perdía calor rápido, traer el plato caliente por ejemplo podría ser buena idea para ese plato.

Una buena jamada, gracias!

Aitor Sarria

Lugar espectacular. Para empezar, las trabajadoras del local fueron muy atentas y amables en todo momento, así da gusto. Nos ofrecieron y recomendaron un vino blanco ya que no somos muy de beber vino y acertaron. En cuanto al lugar, un lugar muy tranquilo en la calle Laurel. Nos dieron cortesía de la casa un chupito de gazpacho con aceite de perejil que estaba muy bueno. El pan también estaba buenísimo. En cuanto a platos de carta, pedimos cecina de Angus y... Que sabor! Un acierto en toda regla. Después nos trajeron la ensalada de tomate con cebolla y ventresca y nos dimos con un canto en los dientes, estaba buenísimo. Todavía quedaba el plato fuerte, el chuletón de ternera, con su guarnición de pimientos y patatas fritas. Una buena pieza con un sabor exquisito, nos pusimos las botas y nos quedamos sin hambre para el postre. Para terminar nos ofrecieron un chupito y con eso terminamos el festín. En resumen: trato inmejorable, lugar privilegiado, entorno agradable y comida de calidad.

Eneko Hernandez

La comida de 10, la ensalada estaba muybuena, la carne de vaca gallega, perfecta, de sabor y a la hora de masticar tipo mantequilla, un vino Azpilicueta y todo lo demas perfecto, tanto la atencion, como el txoko donde estuvimos. Todo de 10. Repetiremos y totalmente aconsejable.

Cristina Hoyos

Nos encanta este restaurante por su calidad tanto en los productos como en el personal. Sus vinos son muy aceptables, pero su chuletón de vaca es espectacular. Nos gusta tanto que cada vez que vamos a Logroño, mi pareja y yo, reservamos 120 euros para cenar eso mismo. Gracias!