Catalina Cafè - Barcelona, Barcelona

Bilge Y.

Normalmente era un bar al que me gustaba ir de vez en cuando con mis amigas, pero después de lo que ocurrió anoche, no volveré a pasar ni por delante. Estaba fuera con mi amiga tomando algo. Cuando entré para ir al baño, la dueña y sus amigas estaban de pie, ocupando el espacio frente a la puerta y conversando. Una de ellas dijo: "Hay alguien dentro", así que me quedé esperando en el pequeño espacio que habían dejado libre, mientras hablaba por teléfono.

De repente, la dueña, al notar que había dado un paso sin querer hacia la barra, me reprendió en voz alta delante de todos, diciendo con dureza: "¡No puedes entrar a la barra!". Pero en realidad, ni siquiera había entrado, solo estaba esperando mi turno para el baño. Cuando le expliqué que no había espacio porque él y su grupo estaban bloqueando el paso, continuó regañándome y dijo: "¡Entonces espera afuera!".

Me quedé en shock y sin poder responder, lo que aparentemente le dio más confianza para seguir con su actitud condescendiente, preguntándome: "¿Me entiendes?". Aun si hubiera cometido un error—que en realidad fue consecuencia de que ellos ocupaban todo el espacio—no merecía recibir un trato tan humillante delante de todos.

El problema no es solo que yo no vuelva a ese bar, sino también la tensión y la rabia que esta actitud—que probablemente ella ni siquiera recuerde—me ha generado desde anoche. Escribo esto con la esperanza de que, si lo lee, no vuelva a hacerle pasar por lo mismo a nadie más.

Ivy A.

NO VOLVERÉ JAMÁS.
Las camareras y el camarero sin ganas de trabajar, nos dijeron a gritos que no podíamos juntar las mesas (éramos un grupo de 14 personas, obviamente en una mesa no cabemos), más de 20 minutos esperando dos medianas y dos cafés con leche cuando a la mesa de al lado no tardaron ni 5 minutos en servirles....
Tienen una mala distribución de su local y culpan a los clientes que esperamos al final de la barra (único lugar posible para esperar la cola del baño) para usar un único baño mixto porque molestamos a los camareros para pasar.
Habéis tenido la suerte que no volveré porque os aseguro que la hoja de reclamaciones os la coméis 😉

Gloria Y. S. L.

Pasamos por casualidad, y nos sentamos porque la terraza al mediodía le daba el sol y estuvimos de lujo. Hicimos el vermut que estaba de vicio con unas aceitunas caseras muy buenas. No tomamos nada más porque íbamos a comer a otro sitio pero todo hacía muy buena pinta. Seguro repetiremos.

Fernanda M.

Fuimos a tomar algo hoy por la tarde ...Tuvimos un trato muy desagradable de la camarera que nos atendió, una señora rubia que solo trataba bien a los clientes que ya conocía .
Soy del gremio y se pueden decir las cosas con educación o cuando olvidó traer una simple tónica ser un poco amable y pedir disculpas, en vez de mirar con cara de asco.
Barcelona siempre maravillosa, a pesar de esta señora.
Por cierto la señora camarera que nos atendió , a la que a todo contestaba "NO" y quería obligar a mi amiga a tomar su gin tonic con naranja cuando mi amiga le pidió que le ponga limón, le podría haber dicho NO, a las guiris que se comieron una tabla de embutidos con chocolate e infusiones....🤦🏽‍♀️.

Magali F. G.

Muy mala atención y predisposición de la señora que atiende. El ímpetu que lleva denota que debe de ser la dueña, nomas entrar te habla mal y se la pasa quejando de los clientes en voz alta y tono burlesco. Cero agradable y muy borde en su trato. No tiene gracia ni cintura para llevar un bar. SEÑORA DEBE DE TENER EN CUENTA QUE LAS PERSONAS SALEN A PASAR UN BUEN RATO !!

Giulia G.

todo muy bueno, servicio perfecto! Excelente Gin Tonic, comida fantástica.

Ternura

0% RECOMENDABLE
Por parte del trabajador, un servicio horrible, ningun buen Trato hacia la clientela y malas caras hablando muy grotescamente. Tardaran mucho en traernos la comida, mientras que a las demas mesas que llevaban despues, les servian lo que habiamos pedido hace rato.

Carlos N.

Me encanta este sitio. Primero, porque la atención es muy buena. Segundo, porque la comida es muy rica y se nota el toque casero. Tercero, porque siempre tienen un plato de agua para los perritos, detalle que hay que considerar.

Nos pedimos un pan con tomate que es de los mejores que he comido, tanto por sabor, como por ver tomate rallado en la tostada. Eso evita que se desperdicie el producto.

Las ensaladas estaban deliciosas. En especial la de guacamole con salmón. Tiene muchísimo guacamole, ergo, bastante aguacate.

Y de postre, un brownie casero muy rico que estaba perfecto. Ni muy dulce o empalagoso, ni muy soso. Exquisito.

Vamos, ¡que te lo recomiendo bastante!