Dolceta 2 - Barcelona, Barcelona

El restaurante Dolceta 2, situado en la calle Comte d'Urgell 266, en el distrito de Eixample de Barcelona, es un lugar ideal para degustar la rica cocina catalana y mediterránea. Este establecimiento ofrece una amplia variedad de platos, desde braserías hasta opciones más ligeras y vegetarianas, asegurando así que todos puedan encontrar algo que se adapte a sus preferencias.

Entre sus especialidades, encontramos una abrumadora selección de platos que reflejan la riqueza y diversidad de la cocina catalana y mediterránea. El menú incluye opciones para cualquier hora del día, desde un delicioso almuerzo hasta una exquisita cena. Además, el restaurante brinda la opción de consumo en el lugar, entrega a domicilio, y también está disponible para grupos y comidas en solitario.

Dolceta 2 está comprometido en ofrecer una experiencia excepcional a todos sus clientes, lo que se refleja en la atención al detalle y en la accesibilidad, ya que cuentan con un espacio accesible para personas en silla de ruedas y estacionamiento accesible para personas en silla de ruedas.

En cuanto a la apariencia y ambiente, el restaurante ha sido descrito como agradable e informal, lo que lo hace perfecto para aquellos que buscan una experiencia relajada y sin prisas. Sus instalaciones también incluyen servicios sanitarios y están abiertos tanto para eventos informales como para reuniones más formales.

Es importante mencionar que Dolceta 2 acepta reservas y ofrece diferentes opciones de pago, incluyendo NFC móvil, tarjetas de crédito y débito. Además, el restaurante cuenta con una amplia carta de bebidas, incluyendo vinos, cervezas, café, bebidas fuertes y alcohol. También ofrecen opciones de platos saludables y vegetarianos para aquellos con restricciones dietéticas.

Según Google My Business, Dolceta 2 cuenta con 420 valoraciones y ha obtenido una calificación promedio de 4.1/5. Estas altas valoraciones demuestran que el restaurante es altamente recomendado por sus clientes.

👍 Opiniones de Dolceta 2

xDurottanx

1/5

Fui a cenar con las expectativas muy altas en cuanto a comida y servicio, pero para mi desgracia fue nefasto todo. Por no hablar de los precios aunque es lo de menos. Faltaba el 20% (mas o menos) de la carta, no tenían nada de lo que queríamos. Todos los platos de carne venían desnudos sin guarnición de nada, si que es cierto que la guarnición se paga aparte pero es que da hasta vergüenza sacar un pollo vacío en el plato blanco. Pedimos vino y se olvidaron. Daba la sensación que están de liquidación/traspaso y no tenían interés en continuar con el negocio.

Jose M. S. B.

4/5

Un restaurante con solera en el que se respira historia de Barcelona.
El plato estrella son los caracoles.
El servicio excelente por parte de chavales jovenes profesionales y con desparpajo…alguno “mas mayor” vigila por atrás 😃
Los platos, aunque bien cocinados, me parecen un poco justitos en fin, habrá que volver y probar otros.

filax S.

5/5

Buenísima comida casera, típica de aquí. Bien cocinado, muy bien atendidos, en un ambiente muy agradable. Mesas separadas, casi como si estuvieses en casa. Si hay que poner un, pero, un poco más caro de lo que esperaba

Ramon C.

2/5

Comedores interiores sin luz natural. Comida típica pero mal presentada. Los caracoles (por lo que mas se promociona el restaurante) servidos directamente en un plato, con presentación deficiente. Su fama le precede pero no le acompaña. Excesivamente caro

Sergio D.

2/5

Fuimos 5 personas a comer. A pesar de las reseñas de otros usuarios mi familia decidió ir al restaurante. Teníamos reservada una mesa, y aunque no fue mucho tiempo, tuvimos que esperar para poder sentarnos porque estaba ocupada.
Como pasaba el tiempo y no nos tomaban nota le comentamos a uno de los camareros (Cristian) que podía tomarnos nota de la comanda, a lo que respondió "no puedo hasta que no me digan abajo (en cocina)". Según él para que no se saturasen. Primera vez que me dicen algo así en un restaurante (de cualquier país) y primer inconveniente.
Nos entregan todas las cartas en catalán, sin preguntar si alguien prefería o necesitaba en castellano. Mientras mirábamos los platos uno de nosotros comentó al mismo camarero, "perdona no veo butifarra". A lo que responde "yo la estoy viendo desde aquí..., butifarra en catalán se dice Llangonissa". Llevo 20 años viviendo en Barcelona y es la primera vez que alguien me dice que la butifarra se dice llangonissa, se ve que ellos deciden llamarlo según les da porque justo en la misma carta aparece un entrante que se llama "cigrons amb butifarra". En cualquier caso, el tono del camarero ni de lejos es el que encuentras en un restaurante con un ticket tan alto hacia un comensal.
Tardaron en traer la comanda, pero cuando empezaron a traer platos sí que vinieron bastante seguidos.
Nos pusieron un plato de pan tostado con aceite que NO habíamos pedido. Señores, si traen algo a la mesa que el comensal no ha pedido o bien se pregunta si lo quieren y se indica el precio, o se entiende que es cortesía de la casa y no se cobra. Están cobrando ustedes 2,80€ por cada trocito de pan (que ni siquiera hablamos de una rebanada de pan de pages) sin que el comensal lo haya pedido.
Volvió el camarero para preguntar si queríamos vino, y al responder todos que no, contestó mientras retiraba las copas "¿qué sois todos abstemios?, todo para mí?". Otra respuesta fuera de lugar para el amigo Cristian que no sería la última. Porque tras volver mi mujer del baño me comentó que el amigo Cristian le había preguntado si era de Colombia o Paraguay..., y al decirle del país que era, le respondió "puf". Por lo visto el amigo Cristian tuvo una novia del mismo país. Pero se ve que seguía teniendo curiosidad y cuando se acercó a la mesa a traer unas bebidas se dirigió de nuevo a mi mujer para preguntarle de qué ciudad era exactamente. Se ve que tenía ganas de hablar sin considerar si la incomodaba a ella o al resto de la mesa. Y no fue la última del amigo Cristian, que cuando trajo la cuenta (de la que ahora hablaré) se dirigió de nuevo a mi esposa dándole la cuenta diciéndole "la pagabas tú, no?". Alguien tendría que explicarle a Cristian cómo hacer un servicio profesional en un restaurante de ticket alto..., no está trabajando en el chino de la esquina.
Ahora sí, vamos con los platos:
La materia prima es buena, tanto el pollo como la llangonissa y los pies de cerdo. Además de caracoles y alcachofas, pedimos 2 raciones de calçots (unas 15unid/ración). El problema es que la cantidad de la salsa romesco alcanzaba para unos 6 calçots/ración. Es el primer sitio en que tengo que comer calçots midiendo la cantidad de salsa que mojo cada calçot para que alcance a todos.
El pollo y los pies de cerdo estaban buenos. La llangonissa de Lleida bien de sabor, nada del otro mundo pero cruda en el centro por el grosor de la misma.
Las trufas de postre otra decepción, he comido trufas en infinidad de restaurantes, y es la primera vez que me sirven trufas del tamaño de una moneda de 5 céntimos. El flan y la crema catañana estaban buenas.
Intentaré publicar fotos del menú para que podáis ver los precios. Que coincide con el de muchas otras opiniones..., elevado para lo que es.
Por la experiencia que vivimos y lo que comimos. Ni volveremos ni lo recomendaremos

jotabe J.

4/5

Grato descubrimiento. Restaurante con comida típica catalana, de calidad y buena atención. Recomendable. Como puede apreciarse en foto se guarda la distancia social entre otras medidas higiénicas.

Rosa N. H.

5/5

Éramos once personas, el servicio muy profesional y agradable, Comimos genial, producto de calidad.....y ambiente acogedor.

Miquel B.

4/5

En comjunto me ha gustado. Buen servicio, platos de calidad. Precio algo elevado. Me choca que en carta solo tengan un tipo de caracoles.