Espiga de Oro - Broto, Huesca

iñigo G.

Si buscas una experiencia única, "La Panadería La Espiga de Oro" es el lugar perfecto… pero no por lo que imaginas. Los panes son deliciosos, eso es innegable: crujientes por fuera, suaves por dentro, con ese aroma a horno de leña que te envuelve al entrar. Pero lo que realmente distingue a este rincón no es el pan… ¡es la dueña!

Con una actitud tan cortante como sus cuchillos para rebanar baguettes, la dueña tiene un carácter que roza lo legendario. No esperes una sonrisa ni un "gracias", pero sí respuestas directas, miradas fulminantes si dudas mucho al elegir, y regaños si pides algo fuera de lo común. Y, curiosamente, eso se ha vuelto parte del encanto.

La fama de su peculiar personalidad ha convertido a esta panadería en un atractivo turístico inesperado. Hay quienes hacen fila no solo por las conchas o las croissants, sino para vivir en carne propia un "encuentro" con la famosa panadera malhumorada. Hasta se han visto viajeros tomándose selfies con el letrero del local, como si hubieran completado una especie de reto.

En resumen: el pan, exquisito; el trato, inolvidable (aunque no precisamente por su calidez). ¿Volvería? Sin duda, porque hay algo extrañamente adictivo en esa mezcla de sabores y desplantes.

Ideal para: valientes, curiosos y amantes del buen pan con una dosis de adrenalina social.

Alejandro

No está mal para lo que hay por alrededor. El mejor pan que tiene para mi gusto es la hogaza redonda. Está bueno incluso al tercer día. Las ensaimadas también están muy buenas, pero los croissant necesitan mejorar. Les faltan mucha más grasa vegetal y mantequilla para que se alejen de un "bello de pan con cuernecitos".... pero lo dicho, en un radio de 30km, es lo mejor.

TU A. M.

Parece que se confirma el mal carácter de la dependienta.
Aquí diríamos que vaya cara de quitagustos tiene la señora.
Prometieron traerme algún producto típico de la zona y al ir a comprar han ido tres personas, de las cuales dos se han salido sin comprar nada debido al mal rollo que trasmitía la dependienta.
La única persona que ha comprado, que iba a comprar algo más, al final solo ha adquirido empanada de calabaza, que por cierto está muy buena.
Lo peor de un viaje a una zona preciosa, ha sido la mala experiencia en la panadería-reposteria.
Así me lo han contado.

Natalia L.

Queríamos comer bocadillos, y al ver la panadería decidimos entrar. Al entrar vemos que hay un cartel" Hay bocadillos de jamón, York y queso y tortilla". Le pedimos uno y una dependienta nos dijo "ya no hay, es muy tarde". Miramos la hora y eran las 13:15h. Su compañera, más amable, nos dice que no quedan de tortilla (no habían preguntado de que lo queríamos) a lo que yo dije que perfecto, que de hecho lo quería de otra cosa. La primera dependienta empieza a resoplar y nos contesta a nuestras preguntas con muy pocas ganas y de malas maneras. El bocadillo cuesta 4,60€. Nos fuimos por la poca amabilidad y el mal trato de la primera dependienta. Acabamos comprando bocadillos en el super de enfrente y por 7 euros comimos dos personas.

Elia

Una de las mejores panaderías que he probado en mi vida. Los dulces son increíbles!! Compramos ayer y volveremos hoy a por más. Respecto a la atención... ser amable no está ordenado por ley. Mientras siga teniendo esos mantecados de canela, por mí como si me insultan.

Nerea R. C.

Los productos son de la máxima calidad a un muy buen precio. Tanto el pan, como las ensaimadas, napolitanas, magdalenas y por supuesto la empanada de atún.
Todo de 10!

Alba X.

Entramos a comprar pan y nos llevamos unos dobladillos, unos almendrados y unas palmeritas de chocolate. La verdad es que estaba todo muy rico y nos quedamos con las ganas de probar muchos otros dulces que vimos. Eso sí, la atención podría ser un poco más amable, entendemos que estará muchas horas allí y que pasamos mucha gente; no sé si podría ser una justificación.

Miguel M.

Si leéis los comentarios de que la señora es borde es por algo, es borde.
Ya a las 10am te mira como si te perdonase la vida, si llega a ser 5 min antes de cerrar lo mismo recibo alguna galleta y no de las de comer.
Hemos hecho un par de preguntas que es mejor ni comentar la respuesta.

Eso sí, los productos son de calidad, el pan de pueblo muy rico, corteza durito y con sabor, miga tierna... la napolitana también sobraosa pero a remarcar las ensaimadas, top top top, muy buenas.

Precio también correcto, esas 3 cosas por 4 euros.